El Burela anotó dos tantos a falta de 40 segundos y crucificó a los celestes a los que solo les valía ganar (2-4).
FICHA TÉCNICA
El Ejido Futsal: Jesús Gómez, Pipi, Peña, Pele, Juanan. Banquillo: Manolo (p), Armando, Motos, Nacho Gil, Rahali, Guille, Cola, Chus.
Burela: Kaluza, Lucho, David Pazos, Rikelme, Nando. Banquillo: Bruno (p), Alberto, Antón Arnejo, Nito, Eloy, Pitero.
Goles: 1-0 (12′) Peña. 1-1 (12′) Rikelme. 1-2 (16′) David Pazos. 2-2 (37′) Pipi. 2-3 (40′) Pitero. 2-4 (40′) Kaluza.
Árbitros: Vieron la cartulina amarilla el local Rahali (29′) y los visitantes Rikelme (13′), David Pazos (34′) y Nando (39′).
Incidencias: Partido de la jornada 28 de liga en Segunda División disputado en el Pabellón Municipal de Deportes de El Ejido.
CRÓNICA
Inagroup El Ejido disputó el pasado fin de semana su jornada más trascendente en lo poco que queda de campeonato liguero. A falta de tan solo tres partidos los de José Escrich recibieron al mejor de los mortales, a todo un Burela que se jugaba ser matemáticamente segundo clasificado debido a la diferencia de puntos con el O Parrulo. Mientras tanto, a los celestes solo les valía ganar, ya que el triunfo ceutí frente al Gran Canaria podía dejarlos prácticamente sin opciones de cara a la recta final del campeonato.
Desde un inicio se le pusieron las cosas muy de cara al Club Deportivo El Ejido que anduvo pendiente toda la tarde del que ocurría simultáneamente en Zaragoza. El Sala 10, otro de los rivales directos por los puestos de promoción arrancó perdiendo frente al Bisontes Castellón, que a los 11 minutos ya ganaba por 0-2. Tras conocer la buena nueva, los de José Escrich aprovecharon el gran inicio y se adelantaron cortesía de un acertado Rángel.
Demasiado bien se le pusieron las cosas a los del Poniente almeriense, que rápidamente se dieron de bruces con la cruda realidad. El conjunto de Lugo exhibió su calidad y demostró porque es el segundo mejor equipo de la categoría con una salida de balón exquisita. En campo contrario, los visitantes igualaron la contienda de la mano de un Rikelme que sacó la varita para el 1-1. Los ejidenses, pasado el cuarto de hora de partido, no conseguían enlazar una jugada de peligro y el choque se teñía progresivamente de color naranja.
La guinda la puso uno de los grandes protagonistas de la primera parte: David Pazos, que había desconectado el juego de espaldas de Juanan. El cierre remató con mucha fe un balón muerto desde fuera del área que esquivó hasta tres defensores y sorprendió a Jesús Gómez, que ante semejante potencia no pudo reaccionar y encajó el segundo del encuentro. Con el Burela crecido los de casa se temían lo peor y, aunque intentaron reaccionar mediante una defensa agresiva, se llevaron un último susto antes de terminar la primera parte. De nuevo Rikelme, el autor del primer tanto, puso a bailar a la defensa celeste con su samba brasileña y culminó una jugada maravillosa con un remate escorado a la madera.
Salió mejor El Ejido tras el descanso, ya que apenas tardó dos minutos en tener una ocasión manifiesta fruto de su presión. En una recuperación en el centro del campo Pele perdonó un mano a mano que mandó al larguero al intentar una vaselina. Se vino arriba el Pabellón Municipal de Deportes que sentía como a uno de los mejores de Segunda División le temblaban las piernas. De hecho, con Manolo en portería los de José Escrich optaron por una propuesta más ofensiva gracias a las incorporaciones del meta al ataque. Sin embargo, no terminaba de llegar el gol gracias a una gran defensa por parte del cuadro gallego.
Finalmente, a base de insistencia, los locales encontraron un fallo defensivo en la zaga naranja que no perdonó en boca de gol Pipi y dio la esperanza de la remontada a falta de tres minutos. Al Inagroup solo le valía el triunfo y quiso aprovechar la dinámica yendo con todo al ataque, pero también descuidando en gran medida la parcela defensiva.
Con mucho espacio a las espaldas de la defensa el Burela no perdonó en el tramo final y se llevó la victoria en un balón largo y bombeado a falta de 20 segundos que remató de espaldas, pero con mucha intención, Pitero. El pase del meta visitante, Kaluza, valió más de medio gol.
Aún intentaría una última acción el equipo de casa a la desesperada, pero de nuevo el portero polaco haría gala de su espectacular juego en largo y remató desde su propia área para servir la sentencia y dejar a El Ejido al borde del precipicio. Con la derrota cosechada y el triunfo final del Sala 10 el equipo de José Escrich se llevaría el más grande de los chascos, ya que al finalizar la jornada se quedó matemáticamente sin opciones de pelear por los playoffs.
