VÍDEO BLOG #Minuto92: ¿Qué pasa con Lazo?, por Víctor J. Hernández Bru.
A muchos nos sorprendió, el sábado, todo lo que giró en torno a José Carlos Lazo: su nueva suplencia, en un contexto en el que los que están siendo titulares lo están haciendo muy bien, pero sobre todo su actitud en el terreno de juego y el hecho de que no jugara ni un minuto, cuando el partido ofreció varias y serias oportunidades para un hombre de sus características.
Recordaré, aunque sé que no hace falta, que estamos hablando de una de las fichas más altas de la plantilla, de uno de los jugadores que ha llegado a Almería precedido de mayor fama y que, además, es uno de los que más suenan para marcharse, con buenas ofertas incluso de superior categoría, cada vez que se abren los mercados.
Lazo, además, empezó la temporada y jugando bien. Todos hemos oído, en esas semanas, el comentario de “parece que éste sí va a ser el año de Lazo”, ante unas primeras actuaciones que bien podrían calificarse de destacadas, cuando no deslumbrantes. Y cierto es que luego fue a menos, embutiéndose en ese traje de invisibilidad que también le es característico en más tramos de cada temporada de los que serían recomendables.
Pero lo del viernes fue mucho más grave. Hoy en día, en los partidos se pueden hacer hasta cinco cambios. Y Rubi los hizo. Y además los hizo en un partido en el que la mejor baza ofensiva del equipo, Largie Ramazani, cayó lesionado; como lo hizo también un jugador de la medular que bien podría haber sido sustituido por Portillo, lo cual hubiera abierto otra opción para Lazo, en la banda contraria a la que había quedado libre por la retirada de Ramazani.
En ninguna de las dos ocasiones, Rubi pensó en Lazo, que calentaba en la banda. Tampoco lo hizo cuando retiró del terreno de juego a Sadiq, porque aunque el gaditano no es un delantero centro, su entrada sí podría haber supuesto algún movimiento de piezas que le diera movilidad a un equipo encerrado en su campo. Pero no fue así.
¿Y quiénes entraron en el campo mientras Lazo calentaba en la banda? Pues hombre, éste es otro detalle que añade gravedad al asunto, porque por el punto de cambios pasaron hombres como Carriço, un jugador que aún no había tenido minutos, para convertirse en el tercer central de un equipo que no lograba tener salida de pelota; Dyego Sousa, aquél fichaje del que el propio Rubi dijo a su llegada que llevaba ocho meses sin tocar una pelota; el joven almeriense Javi Robles y, lo más llamativo de todo, un Arvin Appiah que cada día que juega demuestra más a las claras que no es jugador para la Liga de Fútbol Profesional.
¿En serio está la cosa tan mal como para que todos ésos, más los once titulares, estén por delante de Lazo? Si es así, no seré yo quien niegue que sus motivos tendrá Rubi, lo cual no le eximen de responsabilidad a él mismo, pero la maldita y tozuda realidad, la puñetera Ley de Murphy, ha querido que ahora la UDA vaya a estar un mes sin Robertone ni Ramazani, dos de sus piezas claves.
Y la pregunta vuelve a ser, ¿tendrá ahora su momento Lazo? Y, de lo contrario, ¿qué pasa con Lazo?
