VÍDEO BLOG #Minuto92: La pena por los aficionados y opinadores que pasan de forofos de ‘la roja’ a dinamiteros de la pasión balompédica nacional porque no van los suyos, por Víctor J. Hernández Bru.
Ha jugado España su primer partido de la Eurocopa 2021 y el equipo de Luis Enrique no ha pasado del empate ante Suecia. Enhorabuena a los que ahora ya no están tan convencidos de querer una España campeones.
De verdad, da mucha pena ver a quienes hasta ahora coincidían conmigo en vibrar y animar a la selección por encima de todo y más allá de colores partidistas y de club, convertirse en los críticos número 1 del combinado español.
No es sorprendente: sabíamos que pasaría desde que contemplamos la furibunda reacción de una parte de los seguidores madridistas ante la noticia de que, por vez primera, la selección no contaría con ningún efectivo blanco en una competición oficial.
No había pasado nunca en la historia, como tampoco había pasado nunca el hecho de que sólo dos nombres, a lo sumo tres siendo muy forofo, estaban sobre la mesa entre los candidatos a formar parte de la convocatoria. Obviamente, me refiero a Sergio Ramos, lesionado durante el tramo final de la temporada y desde luego fuera de forma para acudir a una cita crucial como un Europeo; y Nacho, un jugador suplentísimo en el Real Madrid salvo en caso de concatenación de lesiones de los titulares, que en mi opinión podría haber sido llamado, pero con la misma naturalidad que ha sido excluido; obviamente, para nada indispensable o claramente merecedor de su inclusión.
Pero más allá de discusiones futboleras, donde ya es sabido que vale todo, hay dos circunstancias que me preocupan: por un lado el desapego a la selección, desapego practicado, ya digo, incluso por quienes más se habían entregado a ella, obviamente, cuando iban los que ellos querían, lo cual reflejaba con claridad que ni antes ni ahora eran seguidores de España, sino de determinados jugadores españoles y, sobre todo, de los que visten la camiseta de sus clubes.
Y por otro lado, la falta de disimulo por parte de determinados líderes de opinión, representantes de la siempre bien llamada ‘caverna mediática’, a la hora de descolgarse de la pasión por ‘la roja’, justo cuando los futbolistas de su equipo no han sido llamados, por la sencilla razón de que no hay apenas jugadores seleccionables disponibles en tal conjunto.
Leer y escuchar, ver en la tele a opinadores y periodistas a los que se les supone cierta responsabilidad profesional, la mínima exigible a quienes hablan para millones de personas, o al menos cientos de miles, convertirse en dinamiteros de la pasión por el que se suponía equipo de todos los españoles es un motivo más para convencernos de que los medios de comunicación se han llenado de forofos y hooligans, tanto en el deporte… como en la política.
