Posted by Radio Marca Almería on Friday, July 5, 2019
RADIOBLOG MINUTO 92, por Víctor J. Hernández Bru.
Ha quedado, hace no muchas semanas, décimo en la clasificación de la Liga 1, 2, 3 el Almería. Y lo ha hecho con un equipo a coste cero, sin grandes nombres, basándose en el trabajo, en la humildad y, también, por qué no decirlo, en que su presidente ganase dinerito fresco el pasado verano con los traspasos y con la televisión.
Este año, la UDA ha comenzado el estío metiéndose dos millones de euros en el bolsillo con un solo traspaso, el de Rioja, y trayendo a Almería a un entrenador y tres jugadores que no han costado, entre los tres, más de lo que cuesta un billete de autobús para ir desde la casa de Alfonso García Gabarrón al estadio del Águilas.
Lo que nos anuncia el cartel de las próximas semanas es más de esa misma medicina, es decir, los traspasos de jugadores como Corpas y Álvaro Giménez, que pueden poner los números verdes de Alfonso en unos cinco millones de euros que, sumados a la televisión, pueden poner el ingreso veraniego por encima de los doce kilos; y ello junto a la llegada de una pléyade de estrellas procedentes de Segunda B y todos ellos, salvo mayúscula excepción, sin que haya que rascarse el bolsillo lo más mínimo.
Como no sabemos exactamente cuáles son los gastos corrientes reales del club, aunque no los estimemos en absoluto por encima de los cuatro o cinco millones de euros, no podemos decir con concreción cuánto será el beneficio, pero, insisto, si todo marcha como está previsto, que nadie calcule los beneficios de Alfonso en estos meses de calor en menos de cinco o seis millones de euros.
¿A dónde va ese dinero? Es lo que nos llevamos preguntando los de RADIO MARCA ALMERÍA ya muchos veranos consecutivos, justo desde que el presidente descubrió que esto de luchar por estar en Primera División era un camelo, en comparación con la satisfacción personal de meterlo crudo en la tartera cada verano.
Aquí no hay cuentas ni información de ningún tipo, pero los números cantan cada vez que los mercurios acarician los 40 centígrados.
¿Y hay mucha reacción ante esta beneficiosa situación; beneficiosa digo para el que se sienta en el sillón central del palco? Como vengo diciendo durante toda la semana, en Almería nos hemos acostumbrado, hemos puesto en la cabecera del Estadio lo de que “al que no le guste, que se haga del Madrid o del Barça”. O dicho de otra manera, que si las lentejas son que Alfonso contemple con satisfacción cada septiembre cómo han cambiado los colores de las cuentas, mientras juega a la Lotería con un equipo de incertidumbres, que cuatro años sale mal y un año sale regular, mientras el ascenso a Primera de la vigésima ciudad española en población se convierte en una quimera y el décimo puesto en un éxito casi merecedor del autobús descapotable, pues entonces nos las comemos, porque lo contrario es dejar el plato lleno. No hay más.
Y digo yo, que si invirtiendo cero y con un buen entrenador, se ha logrado la décima plaza; si se pusiera un mínimo esfuerzo económico, ¿a dónde podría llegar el proyecto?
