VÍDEO BLOG #Minuto92: Cuando hasta los desahuciados se convierten en estrellas, al equipo se le pone cara de ascenso, por Víctor J. Hernández Bru.
Sigo sin creer en las casualidades. Y sin hacerlo, tengo que empezar estas líneas hablando de una UD Almería a la que se le está empezando a poner una cara de equipo de ascenso que no es fácil de disimular.
Porque lo de ayer podía haber salido de dos maneras. Si resulta que vas líder y al entrenador le da por poner en liza a un equipo que, a las bajas obligadas, que no eran pocas por lesión, se une el hecho de reservar a algún titularísimo sin estar obligado a ello, corres un grave riesgo de que la cosa no salga y que desde fuera se habla de ‘ataque de entrenador’, es decir, que has querido experimentar y no precisamente con gaseosa.
Pero también es posible que pase lo de ayer, que los teóricos suplentes salgan convertidos en los Globertrotters del fútbol de Segunda, que salten al campo como si les fuera la vida en marcar tres o cuatro goles antes de que el rival se entere de lo que va la película y que alguno incluso firme una tarjeta que provoque que se cuestione seriamente por qué es suplente y otros son titulares.
Y esto último es lo que ocurrió ayer, que pasa más o menos una vez de cada cien; o de cada mil. Pero ocurrió ayer en Anduva, donde un equipo con jugadores que algunos considerábamos lejos del nivel mínimo exigible en una competición profesional y otros calificaban como ‘morralla’, se convirtieron en los mejores de la jornada, como por ejemplo Dyego Sousa, que lejos de firmar un buen partido, fue el mejor de la jornada en la Segunda División, evidenciando que quienes lo habíamos comparado con Pedro Mendes o con Schettine estábamos claramente equivocados, nos habíamos dejado llevar por el ‘no hay dos sin tres’.
Los tres tantos del ‘9’ rojiblanco demuestran que tiene gol, qué digo gol, que en el área es una mala bestia; o buena; o lo que sea, pero vamos, que es claramente una solución de cara a la portería rival, un tipo que no se lo piensa dos veces y que sabe cómo ejecutar un balón en la zona de castigo rival. Tres goles son tres goles y, de momento, no los había marcado nadie en el mismo partido. No se nos vaya a olvidar.
Y luego hay otros, también poco habituales y, desde luego, hasta hoy no titulares, como Appiah, que había estado muy bien en el anterior encuentro, saliendo desde el banquillo, y que desde luego no lo hizo nada mal en éste; y sobre todo Arnau Puigmal, que lleva partido y medio excelsos, seguramente colocado en el lugar que mejor se adapta a sus características, pero que se ha apuntado al cuestionamiento de los titulares.
Ojo a este Almería que, aunque bien es cierto lo explicado por su técnico, Rubi, en sala de prensa, que aún queda mucho y llegarán seguro tiempos peores, es uno de esos equipos en los que hasta los que parecían no servir ni para el banquillo empiezan a convertirse en estrellas; y cuando esto ocurre, al equipo se le termina poniendo una cara de ascenso imposible de disimular. Cierro como empecé: no creo en las casualidades y, por tanto, aquí lo que hay es trabajo; y el responsable del trabajo en la UD Almería se llama Joan Francesc y en esto del fútbol todo el mundo lo conoce como Rubi. Quizás sea por algo.