El técnico de Unión Deportiva Almería ha valorado el crecimiento de un rival que parece haber salido potenciado tras el cambio de entrenador y los fichajes del mercado de invierno.
El entrenador del Almería, Rubi, ha puesto en valor el tramo final de campeonato que está haciendo el próximo rival: «Soy muy sincero diciendo que nuestro rival llega en su mejor momento habiendo sumado nueve puntos de quince posibles y, por lo que he analizado, debieron incluso haber hecho pleno de puntos. Los partidos que ha perdido recientemente han sido tras hacer buenos encuentros. Nosotros confíamos en ganar y en tener buenas fases de juego pero quiero trasladar que estemos preparados porque no va a ser ni mucho menos fácil». En su comparecencia previa al encuentro de la jornada treinta y nueve también ha manifestado lo siguiente: «Cuando nada es seguro, todo es posible. Lo hemos visto en muchos partidos. Tenemos ejemplos cada semana y en cada liga en los que equipos peor clasificados logran ganar a rivales mejor posicionados».
Rubi ha argumentado que «el Amorebieta es un rival que incomoda mucho y estoy seguro de que habrá fases en las que nos cueste encontrar el hilo del partido y nos cueste atacar bien. Es un rival muy vertical que te mete el miedo en el cuerpo». En este sentido quiso añadir: «Hay equipos que van a incomodar al rival, colocándole la defensa alta y presionante para provocarte pérdidas de balón y, eso, en un momento dado te puede provocar alguna inseguridad. La idea de ellos es esta y suelen conseguirlo».
El técnico no atisba dudas sobre la concentración de sus jugadores: «La plantilla no me ha dado ni un solo motivo para pensar que vayamos a estar a verlas venir o a tomarnos el partido de una manera diferente a cómo hemos afrontado cada uno de los anteriores. En este aspecto estoy muy tranquilo y tengo confianza máxima».
Las previsiones apuntan a la mejor entrada de la temporada en el Estadio de los Juegos Mediterráneos: «Es maravilloso y ojalá y haya lleno pero sobre todo lo que no podemos olvidar es que no tenemos nada hecho y seguimos necesitándoles. Quedan poquísimos partidos y cada victoria es estar tocándolo ya. Les pido que empujen, empujen y empujen. Que animen cada pase. Cuando la afición aprieta, el equipo saca una fuerza interior que nadie sabe de dónde viene».
