Posted by Radio Marca Almería on Tuesday, November 12, 2019
@RADIOBLOGMINUTO92, por Víctor J. Hernández Bru.
Ayer, sin que nadie en los medios de comunicación nos hubiésemos enterado, la Unión Deportiva Almería celebró Junta General de Accionistas. En el orden del día, un único punto: la aprobación de un crédito en favor de su presidente, que responde a los dos depósitos que éste había depositado para que la Liga le permitiese, a principios del campeonato, llevar a cabo una ampliación de capital y la consiguiente elevación del tope salarial.
Dicho así, la verdad, la cosa no suena mal: un presidente que llega a un club con ambiciones deportivas, que pone la pasta por delante para que se pueda fichar mas que los contrarios y que, lógicamente, no regala el dinero sino que lo presta.
Pero, llamadme suspicaz, toca-narices, que sé que me lo vais a llamar aunque yo nos lo pida, pero hay algo que me huele mal en todo esto. Y me huele mal porque Turki Al Sheikh no está siendo claro, anda haciendo las cosas siempre como ocultándose, sin luz ni taquígrafos.
Para empezar, cuando puso el dinero, a nadie le dijo que lo ponía él y era en régimen de préstamo a la Sociedad Anónima Deportiva de la que aspiraba a tener el 100%. Es más, tampoco ha explicado por qué quiere tener el 100% de las acciones. Se ha limitado a decir que porque sí, porque hoy es hoy, porque yo lo valgo.
Y resulta un poco sospechoso que, cuando ha observado que no ha conseguido reunir esa totalidad de las acciones, entonces es cuando provoca una junta general que apruebe que aquello era un préstamo y no una inversión.
Por cierto que, de los irreductibles que aún siguen ostentando acciones del club, ayer sólo se personaron en la Junta General dos personas, que representaban varios títulos cada uno. Uno de ellos se abstuvo ante la propuesta de la propiedad y el otro votó en contra. ¿Adivináis quién? ¡Bingo! Un abogado que representaba las 20 acciones que posee la familia de Miguel Ángel Corona, el director deportivo que puso en la calle Turki nada más poner los pies en la UDA.
Insisto, podemos seguir pensando que todo es “maravilloso, maravilloso”, que diría la mujer del alcalde de Lepe; pero yo sigo sin tener claro el ‘modus operandi’ de estos amiguetes que han aterrizado en Almería, eso sí, para mejorar lo que era una ruina de club; pero con una filosofía nada clara. El choque de culturas… debe ser.