Posted by Radio Marca Almería on Thursday, September 26, 2019
RADIOBLOG MINUTO 92, por Víctor J. Hernández Bru.
Me ha parecido muy oportuno que Turki El Sheikh, presidente de la UD Almería y, según su lugarteniente, Mohamed El Assy, uno de los cinco grandes poetas del mundo árabe, haya tomado la palabra para explicar su proyecto a los almerienses.
Por ahora, la gran mayoría de lo que se ha realizado y de lo que se está planificando está muy bien, pero no conviene perder de vista que con la llegada de Turki y su séquito a Almería, están superponiéndose dos mundos muy diferentes y toda transparencia, información y explicación es poca.
Precisamente esta semana, para agravio y furibunda reacción de ese grupo de aficionados que entienden que los periodistas debemos hacer servilismo y ocultar, tamizar o mimetizar las informaciones que no sean ‘a favor del proyecto’, hemos puesto los primeros dedos en las yagas del proyecto Turki, es decir, les he hecho mis primeras críticas. Y lo he hecho porque no todo es perfecto ni puede serlo; y porque nuestro papel, el de la prensa, es el de poner esos puntos sobre las íes cuando creemos que es conveniente.
Sinceramente, me gustó ayer mucho más el discurso de Turki, a pesar de estar trufado de cierto aroma triunfalista que me parece algo prematuro, que el esgrimido dos días antes por su representante supremo en la UDA, Mohamed El Assy, que me sonó un poco a edulcoración, amilbaramiento y cierta sobada de lomo para con su jefe.
Repito lo que vento diciendo desde agosto: el proyecto tiene una pinta estupenda, los almerienses en general debemos agradecer a Turki y su equipo el haber escogido Almería para venir repartiendo millones e invirtiendo en infraestructuras de las que nos vamos a beneficiar los almerienses y por estar dándonos alegrías todos los fines de semana.
Yo sinceramente confío en que el proyecto va a ir en una progresión geométrica, que va a seguir azucarando nuestras mañanas y tardes deportivas y que a Almería le ha tocado la Lotería con Turki, aunque ello, insisto en dirigirme a los fundamentalistas del balón, ello no quita que cuando observe algo que no me guste, lo diré con la misma libertad, ni un gramo más, ni un gramo menos, de lo que lo estoy haciendo ahora mismo.
Por cierto: ayer Turki denominó ‘director deportivo’ a Darío Drudi, al que desde el verano se venía catalogando de esta manera, pero al que Mohamed El Assy había rebajado de categoría en sus esperpénticas declaraciones en El País a ‘ojeador’. No vendría mal que se pusieran de acuerdo y, por supuesto, parece que los raros y los quisquillosos no éramos nosotros: alguna falta de coordinación hay ahí.
