Pedro Lamazares nos ha destacado en el inicio de BMW a Fondo la labor realizada durante los últimos años por el Emperador Racing Team, equipo que ha competido en el Campeonato del Mundo de Superbikes y en el que ha sido el responsable de comunicación. En este sentido, sobre el parón que ha afrontado esta temporada, señalaba que «hay que entenderlo como normal, era una inversión que rondaba los 500.000 euros y que iba a tener escasa repercusión por la pandemia».
Su pasión por el motor llegó «cuando era pequeño, vivía en Vigo e iba a ver a Ángel Nieto en circuitos urbanos, se corría por los polígonos. Tuve un vecino que fue campeón de España de rallyes y alguna vez empecé a ir con él al Rías Baixas, a tomar notas». También reconoció emocionarse por «haber conocido a Emerson Fittipaldi que es un ídolo, un auténtico sueño».
La época actual del motor «no tiene nada que ver con lo de hace unos años», apuntando que «en Jarama éramos cinco gatos, terminaba la carrera, bajabas y recorrías el camino a los boxes, pedías autógrafos». Sobre la vida en los circuitos admitió que «engancha», aunque también muy laboriosa, «llegas el miércoles, montas el box, descargas el material, el jueves ya haces toma de contacto, el viernes día de entrenamiento, a las 8 de la mañanas estás ya preparado…».
Sobre los pilotos, indicó que «se les trata como a un familia, se les ayuda en todo. lo malo es el entorno que está fuera del equipo. A algunos padres ha habido que decirles que intenten no ir al circuito».