El conjunto aragonés comienza a ver la luz con el ex entrenador del Almería tras ganar al Fuenlabrada y poner cuatro puntos de por medio con respecto a la zona de descenso.
Un viejo conocido de la afición almeriense como Juan Ignacio Martínez comienza a sacar al Real Zaragoza del pozo clasificatorio justo cuando se avecina la visita del equipo rojiblanco a un escenario mayor como La Rosaleda. El técnico fue un viejo anhelo de Alfonso García que negoció en diferentes ocasiones su contratación hasta que pudo hacerse con sus servicios con el objetivo de reflotar a un equipo que acabó descendiendo a Segunda División. JIM ni siquiera acabó la temporada y a buena parte de los consejeros no gustaron nada sus métodos de trabajo.
El técnico, el tercero que pasa por el banquillo maño este año, vive sus mejores horas tras derrotar al Fuenlabrada a domicilio y poner, varios meses después, una renta de más de tres puntos con respecto a la zona de descenso. El entrenador señaló tras asaltar el siempre complicado Fernando Torres que «aunque no hubo brillantez, es muy positiva la actuación de los jugadores. El Fuenlabrada, en los primeros 15 minutos, nos apretó muchísimo y nos sometió a un estrés constante. Sin embargo, después supimos competir. No era fácil hacerlo ante este rival, y menos cuando se habían producido cambios en la alineación. En el otro fútbol, el equipo estuvo espectacular».
En tierras aragonesas hay cierta controversia sobre cuál debe ser el ataque, ante lo que JIM apuntó que «no voy a entrar en aspectos individuales. Simplemente, para el partido ante el Fuenlabrada he creído mejor comenzar con Gabriel Fernández en el campo. Y cuando le toque jugar a Iván, sé que lo hará bien porque tiene una gran actitud y porque siempre que sale ofrece un gran rendimiento». Además, dejó claro que «quedan nueve finales y quiero a todo el mundo enchufado».