Posted by Radio Marca Almería on Monday, July 16, 2018
Fue, en el siglo XVI, Fray Luis de León, un religioso agustino, humanista, literato, catedrático universitario y un hombre de pensamiento libre, a pesar de la época en la que le tocó vivir.
En mitad de su vida, acusado de traducir libros de pensamiento prohibido, pasó cinco años en la cárcel por sentencia de la Inquisición y, a su regreso al aula, a pesar del tiempo transcurrido y de que los alumnos eran, obviamente, otros muy diferentes, comenzó su primera jornada lectiva con un “decíamos ayer” que ha quedado para la historia.
Tras dos semanas de ausencia por estos lares, la verdad es que la frase con la que más me apetece reanudar este Radioblog al que he dado descanso por unos días es esa misma.
La razón es que, lejos de lo ocurrido al gran Fray Luis, aquí, transcurridas dos semanas, no ha cambiado prácticamente nada.
Volvemos a un club en el que el respeto al abonado, al socio o al accionista es absolutamente nulo; en el que, tras haber quedado por tercer año consecutivo al borde de descenso a Segunda B, se han marchado varios de los pilares fundamentales del equipo (Rubén Alcaraz, Juan Muñoz, Fidel Chaves, Marco Motta,…) y han llegado básicamente jugadores de Segunda B, gente sin experiencia en Liga de Fútbol Profesional y sólo un hombre que sabe lo que es jugar en Segunda.
No contento con eso, el presidente sigue tomándole el pelo miserablemente a la afición, asegurando que está fichando gente con hambre y tirando un imposible y abracadabrante paralelismo entre este equipo, repito, con sólo un fichaje con minutos en Liga de Fútbol Profesional, y el que logró el ascenso a Primera con Emery, donde figuraban jugadores con éxitos en Primera y gente de la talla de Míchel, Mario Bermejo, un Kalu Uche en su mejor momento, Soriano, Corona, Carlos García, Bruno, Mané, Acasiete, Mena y un largo etcétera.
Y para rematar la enloquecedora comparecencia del mandamás, del lotero como acostumbra a llamarlo Manolo Soler, se atrevió a decir que en el mundo hay millones de equipos con más poderío económico que la UDA, en países como Canadá.
La verdad es que a veces duda uno si García Gabarrón, Alfonso, no tiene ni idea del terreno que pisa y se dedica a repartir disparates sin ton ni son, o es que directamente cree que los demás somos todos gilipollas.
Un club, en definitiva, dominado por la ‘familia Yenka’, los García Gabarrón, cuyo padre se pasa el día dando pasos a un lado y al otro y cuyo hijo, que hace poco más de un año dio un paso adelante para comandar la entidad, ahora lo ha dado de nuevo atrás, como ya lo había hecho antes; en el que un día su director deportivo se da golpes de pecho de la trasparencia y la apertura y al día siguiente prohíben taxativamente a Chema hablar de su caso con ningún medio de comunicación.
Un club que ha hecho del dislate su filosofía de vida, aderezada con el engaño, la autocracia y el pensamiento único como pilares básicos de un edificio que lleva años derrumbándose, mientras sus rectores nos hablan de una bella construcción bizantina.
«Decíamos ayer…»
