Posted by Radio Marca Almería on Tuesday, May 5, 2020
#RadioblogMinuto92, por Víctor J. Hernández Bru.
«Copa del Rey: De Juanón a Juanillo» (#RadioblogMinuto92)
No hace ni una semana, qué digo, ni un día desde que todavía había profesionales del fútbol poniendo en duda que haya que volver a los entrenamientos y que dentro de un mes se pueda reanudar la liga a puerta cerrada, cuando ya nos hemos lanzado a tumba abierta.
Leo en Marca.com que los finalistas de la Copa del Rey quieren que se juegue… ¡A puerta abierta!
Y entiendo que esto es normal, porque somos así; así de listos, así de reflexivos. No tenemos aún ni idea de los efectos que va a tener la desescalada, de si habrá repuntes, de si el virus se quedará ahí metido y volverá a manifestarse cuando haga frío y, sobre todo, si es verdad que lo peor ha pasado o sólo es una tregua.
Y después de haber repetido mil y una veces que lo peor para luchar contra el virus son las concentraciones de personas, de habernos maldecido por todo lo que pasó el 8-M, en Madrid y en todos sitios, después de haber puesto el grito en el cielo por no haber sido lo suficientemente previsores con aquella especie de gripe de la que muchos avisaron que no lo era, ahora resulta que ya están pensando algunos en jugar la final de la Copa a puerta abierta.
Sinceramente, no sé cuándo dejaremos los españoles de ser los perfectos concursantes en el juego de a ver quién dice la chorrada más gorda. ¿No estamos intentando tomar todas las precauciones para que se pueda acabar la Liga? ¿No hemos quedado en jugar y entrenar a puerta cerrada al menos hasta después de verano? ¿No han exigido los propios jugadores todas las medidas de precaución posibles?
Entonces, sinceramente, no sé a qué viene este alarde de aventura. SI ha de jugarse la final de Copa, que no entiendo por qué no, habrá de hacerse a puerta cerrada. Y será una faena, sobre todo porque han llegado dos equipos que, últimamente, no llegan todos los años.
Lástima, como otras tantísimas cosas que dan lástima en esta tragedia del Covid-19. Una tragedia que, entre todos, debemos evitar que se haga más grande.
«Copa del Rey: De Juanón a Juanillo»
