BLOG ‘BARRA LIBRE’, por Javier Montoya Lozano.
Decía un jugador de la UDA, antes de la visita a Alcorcón, que ni antes eran tan buenos ni ahora son tan malos. Ese que fue elegido MVP de septiembre y llegó a encabezar la tabla de goleadores, se quedó en casa. Bandazos, decisiones o rotaciones: llámenlo como quieran. Quizá Sekou no era tan malo como para estar relegado al B o al Valencia Mestalla ni es tan bueno como para estar por encima de Juan Muñoz y de todo un internacional y goleador con Uruguay. Pero es que ni antes ni ahora parecía haber término medio, como el año pasado.
Ningún equipo ha ascendido o descendido en dos meses. Matemáticamente es imposible y virtualmente es una osadía, un suicidio. Para bien o para mal. Ni Turki es Dios ni el mayor de los villanos, al igual que ni Pedro Emanuel era el entrenador milagro capaz de arrasar con unas alineaciones plagadas de suplentes del año anterior mientras guardaba sabiamente en un cajón a las piezas nuevas ni ahora es un gañán. Demasiada doctrina, sabiduría.
En Alcorcón todo giró en torno a un penalti evitable cometido por uno de esos jugadores que quizá no eran tan buenos como parecía la temporada pasada pero que seguro son mejores de lo que están demostrando esta. Qué parte de ‘culpa’ tienen los entrenadores de sacar lo mejor y evitar lo peor de ellos ya es otro cantar, se me escapa. Lo que tengo claro es que cuando un futbolista como Corpas, con esa infracción y tarjeta poco después y sin aportar mucho o nada en ataque, no es el primer sustituido y al descanso hay otro cambio, pasa el minuto 60 y sigue en el campo… Adivinen.
Pues sí, que pasa lo que pasa, lo que pasó poco después del minuto 70. Remontar pese a jugar con uno menos parecía un milagro cuando lo normal era lo contrario. Por eso el empate final, por una mala gestión desde el banquillo y una cantada del que casi nunca falla bajo palos -con el pie ya tal-, supo a derrota. Si los rumores no se confirman, Emanuel está tocado aunque no hundido. Como el propio equipo y como estará el mismo jeque, a cuya paciencia y capacidades debemos seguir encomendándonos. Que ni antes éramos de 1ª ni ahora de 2ªB. Haya calma.