La absurda expulsión del mexicano en Talavera de la Reina ha colmado el vaso de un club rojiblanco que se echa las manos a la cabeza por el pobre rendimiento de su fichaje más caro.
Una de las pocas noticias negativas que dejó el partido copero en Talavera fue la expulsión de un César Montes que sigue muy lejos de justificar los 14 millones de euros que se pagaron por él en el último día del mercado y que parecen pesar como una losa tanto al propio jugador como al club, donde no se entiende ni la actitud ni la disposición del jugador durante los seis minutos que disputó en El Prado.
Como otros teóricos titulares de la Liga, al azteca le tocó empezar el partido en el banquillo y dar paso a un Édgar González ya recuperado de su lesión y a Kaiky que sigue sumando minutos pese a su pobre rendimiento. En la recta final, Montes salió al terreno de juego con la eliminatoria prácticamente sentenciada y sin ningún atisbo de que se pudiera dar la sorpresa.
Una vez más, al ex del Espanyol se le vio despistado, poco contundente e incluso con cierta apatía, viendo dos tarjetas amarillas en apenas seis minutos de juego y teniendo que irse al túnel de vestuarios antes de tiempo ante la desesperación de un Gaizka Garitano muy enfadado con la situación y con la nula aportación del refuerzo más caro al equipo en un encuentro que se podía complicar.
Montes se incorporó a la carrera a la UDA y desde entonces parece completamente desubicado.. Comenzó jugando hasta que unas molestias le dejaron sin minutos ante Granada CF y Athletic Club. Pese a ello, se marchó con su selección para disputar dos amistosos ante Ghana y Alemania. De regreso, dos nefastos encuentros ante Gerona y Las Palmas culminados con la absurda expulsión en Ponferrada.
