El entrenador del filial dirigió ayer su primera sesión y está a la espera de las indicaciones del club con el partido del Granada CF tocando ya a la puerta.
Alberto Lasarte es el apagafuegos de la crisis deportiva por la que pasa la UD Almería. Tras dirigir la primera sesión sin Vicente Moreno otros dos hombres de la casa, Víctor Fortes y Ricardo Molina, el entrenador del filial ha comenzado a ejercer como puente hasta la llegada del nuevo inquilino del banquillo. Hay que recordar, en este caso, que Fortes es preparador físico y Molina entrenador de porteros.
Mientras Mohamed El Assy y Joao Goncalves negocian a varias bandas y ni siquiera se ha oficializada la marcha de Moreno, Lasarte ya dirigió al equipo en el día de ayer y espera indicaciones de cara al encuentro ante el Granada CF del próximo domingo. La premura del partido deja muy poco margen de maniobra a la cúpula rojiblanca a la que pilló con el pie cambiado la debacle en Sevilla.
El amplio abanico de nombres de posibles sustitutos de Moreno ha ido reduciéndose por muy diferentes cuestiones. Javi Gracia parecía reunir todos los condicionantes, conoce la casa y firmó un ascenso, además de su estrecha relación con Ibán Andrés, pero dejo claro desde primera hora que no está por la labor de regresar a Almería, una tierra en la que tuvo luces y sombras pese al éxito deportivo obtenido.
Carvalhal es la otra opción que tomó más peso, pero de igual forma el portugués no parece, ni mucho menos, tener prisa por asumir un nuevo proyecto tras unos meses complicados en el Real Club Celta tras los que reconoció que el proyecto no se había ajustado a lo esperado.
