VÍDEO BLOG #Minuto92: Cero sorprendido, por Víctor J. Hernández Bru.
Pues sí: es obvio que, como reza el titular de este humilde #VídeoBlog, estoy cero sorprendido con todo lo que ha venido pasando desde que comenzó el campeonato liguero. Lo advertí en junio, lo pronostiqué en julio y lo di por hecho en agosto: un año más, por cuarto verano consecutivo, la UDA no ha hecho la tarea en esta pretemporada y, a estas alturas, uno puede dar por evidente que no lo ha hecho porque los responsables de hacerlo, no saben.
Este club tiene, ha tenido la enorme suerte de ser propiedad de una persona tremendamente rica y, al mismo tiempo, aparentemente muy generosa, pero la enorme desgracia de que éste ha confiado toda la suerte y el futuro de la entidad en profesionales que ni están preparados ni tienen ningún interés por estarlo.
El Almería está con dos puntos de 21 posibles, es el único club de la categoría que no conoce la victoria y acaba de salir goleado y ‘aburreado’ en Sevilla, encajando cinco goles por parte del equipo que comenzaba el partido ubicado en la cuarta posición por la cola. Y además, ya ha finiquitado a su primer entrenador de la campaña.
Los datos son escalofriantes, pero son los que son y demuestran que, un año más, los responsables de las decisiones deportivas del club han despilfarrado miserablemente el pastizal que Turky ha puesto en sus manos.
El Almería ha sido el segundo equipo que más ha gastado este verano en Primera División y su CEO, tras cerrarse el mercado, tuvo el cuajo de salir a dar una rueda de prensa para colgarse medallas por la gran inversión hecha, cuando el equipo ya era vicecolista con un punto de doce.
Afuera, todavía había palmeros y opinadores subvencionados que le aplaudían la gracia: ser el segundo que más dinero ha tenido para fichar y ser el segundo por la cola en puntos y todo ello presentado como un mérito. Imposible echarle más rostro a la vida. Pero insisto, había quien aplaudía y defendía.
Ahora son un poco menos los que siguen riéndole las gracias al ‘Comando Fontaneiro’, aunque algunos quedan. Pero los que parecen haber visto la luz sólo lo han hecho iluminados por el candil de los resultados, lo cual no diré que no tiene mucho mérito, pero sí que no es más que el ‘resultadismo’ tan típico del deporte profesional y del fútbol en particular.
Sinceramente, si viendo en acción, ya habiendo sido titulares, a todos los jugadores en los que este año se han gastado los 52 millones de euros, si una parte importante de la afición se sigue mirando al banquillo, entonces el problema es mucho más grave de lo que parece.
