VÍDEO BLOG #Minuto92: Impermeables a los chantajes y firmes en defensa de la libertad de expresión e información, por Víctor J. Hernández Bru.
Mirad: sé que es absurdo esto que voy a hacer hoy, sé que es predicar en el desierto, echar margaritas a los cerdos; pero no he conocido a muchos tipos más cabezones que yo y quien me conoce sabe que no me voy a rendir en la labor de explicar cuál es la labor, la obligación del periodista, y en la defensa de la libertad de prensa y de expresión.
El año pasado fueron las pancartas, en la puerta de nuestra emisora primero y en la puerta del Estadio después. Luego llegó el veto a mi entrada al Estadio de los Juegos Mediterráneos, del que aún tienen pendiente dar cuenta los tribunales, y el insulto, “racista”, por parte del CEO de la UD Almería. Antes, lo había intentado tirando de chequera (“pídeme lo que quieras”, me dijo en una cena en presencia de sus bien pagados abogados) y, antes de eso, había sido Alfonso García Gabarrón, que prohibió que nadie del club atendiera a esta emisora porque se enfurruñó debido a una pregunta que yo le había practicado a Fernando Soriano en una entrevista a nivel nacional, en el entonces programa de Paco García Caridad. Y ahora son unos cuantos, no sé si 30 como dijo ayer alguien en la radio, o 300 o 3.000, aunque la verdad es que me da exactamente igual, con una ridícula campaña de presión a anunciantes de esta emisora para que dejen de hacer lo que llevan nueve años haciendo, es decir, confiar en nuestro trabajo.
Y el resultado es y va a ser exactamente el mismo: nosotros, los de Radio Marca Almería, no somos inmortales ni invencibles; seguramente algún día sucumbiremos y es posible, aunque yo no lo creo probable, que sea debido a alguno de estos chantajes, bien nacido de alguno de los caciques del fútbol, de sus colaboradores y sobadores de lomo a de los cerebros poco dotados que hoy les bailan el agua y que cuando la pelotita deje de entrar querrán echarlos por la puerta de atrás.
Pero de momento vamos a seguir aquí, defendiendo un modelo de periodismo basado en la libertad, el pluralismo, el respeto a todas las opiniones y el deseo de que todo el que quiera pueda expresarla en nuestro medio de comunicación. Todos estáis invitados a venir, a llamar, a opinar; los que creéis que somos los mejores y que lideramos la libertad de expresión al margen de presiones y los que os acordáis de nuestros muertos más frescos cada día.
Y mientras estemos, de verdad, sinceramente, no puedo entender que haya gente que aún no haya entendido que somos absolutamente impermeables a las presiones y a todo tipo de chantajes de mafiosos de todo tipo, de los institucionales y de los trolls de las redes sociales, a los que llevamos años sometidos y que no han tenido ni van a tener absolutamente ninguna consecuencia en nuestra línea editorial; y que no vamos a tolerar que nadie coarte ni nuestra libertad de expresión, ni la de nuestros colaboradores y ‘profes’ ni tampoco el derecho de nuestros oyentes a que nos expresemos en libertad. Y el día que eso no sea posible, bajaremos la persiana y nos dedicaremos a otra cosa, porque permanecer aquí sin lucir nuestra libertad por encima de todo no entra dentro de nuestros planes. Ah, y por lo que parece, ese día está por ahora bastante lejos.