La australiana concluye en tercera posición en la prueba celebrada en Val di Sole, solo superada por Puck Pieterse y Martina Berta.
Rebecca Henderson trabajó muy duro este invierno para alcanzar en la mejor forma posible las primeras mangas de Copa del Mundo. Sin embargo, aunque el ciclismo es un deporte cada vez más científico, el cuerpo no siempre responde del mismo modo a los esfuerzos encaminados a rendir a un alto nivel.
Después de no encontrar el resultado esperado en Lenzerheide y Leogang, Bec decidió viajar a Italia para, a la vez que se ejercitaba, desconectar mentalmente y centrarse en disfrutar de su bicicleta en la montaña. Sin horarios ni planes específicos. Simplemente reencontrar sensaciones con el apoyo rotundo y completo de todo su equipo Primaflor–Mondraker-Genuins.
La actuación de la campeona australiana este domingo en Val di Sole, cuarto asalto de la Copa del Mundo, no sólo respalda esa decisión sino que demuestra la importancia del aspecto mental en el deporte de competición. Por supuesto con unas piernas portentosas, Rebecca fue capaz de completar una de sus mejores carreras en esta competición para concluir tercera en una demostración de inteligencia, solidez y entereza en el durísimo circuito italiano.
Sólo la intocable Puck Pieterse y una notable Martina Berta completaron en menos tiempo una carrera en la que Henderson fue recuperando posiciones hasta soltar a Laura Stigger en la última vuelta y asegurar así la importante tercera plaza del podio, que se unía al sexto puesto del viernes en el short track.
Problema en la espalda lastran a Ondrej Cink
No pudo repetir su buena actuación en Leogang el checo Ondrej Cink, aquejado durante toda la semana de unos dolores de espalda que le han impedido rendir al 100% en Val di Sole. Sensaciones positivas para Francesc Barber en su regreso a la Copa del Mundo, tanto el viernes en el short track (14º) como en la carrera del domingo (34º).
