El jugador rojiblanco lanzó el penalti de la salvación sin saber que el equipo estaba provisionalmente en Segunda y convencido de que iba a entrar.
Adrián Embarba es el rostro de la permanencia. El extremo, después de una temporada con altibajos y en la que ha combinado grandes momentos con otros en los que ha desaparecido del once y de los planes de Rubi, dio un paso adelante, curiosamente en su antigua casa, para dejar al Almería en Primera con dos tantos, el primero demostrando su gran calidad y el segundo con un penalti que quedará ya para el recuerdo y que asumió con galones, personalidad y sangre fría.
Pese al dramatismo que se vivió por parte de la afición, en el campo se vio a un Embarba seguro y convencido de lograr un tanto de esta importancia. El futbolista rojiblanco señaló que «había que dar un paso adelante, no lo dudé. Sé que en esas situaciones hay que demostrar personalidad y carácter, eso, como el liderazgo, es algo que se intenta transmitir a los demás. Lo malo es que pasaron varios minutos con la primera decisión, la rectificación y lo del VAR«.
Embarba admitió, además, que «no sabía cómo iban los otros partidos. Habíamos llegado a un pacto en el vestuario de no informar de los demás resultados. Yo no quería saber nada. Había que estar en el césped con tranquilidad». El jugador se enteró de la importancia de su penalti al ir «al Superflash a hacer la entrevista después del partido. No sabía que estábamos en Segunda».
Para Embarba era el primer penalti que lanzaba en la temporada y su fórmula no la varía: «Siempre intento aguantar, tengo un lado de seguridad, hay que tener paciencia y esperar a que sea el portero el que tome la iniciativa. Entonces, golpeo». Ante la falta de lanzamientos en Liga, el jugador ensaya «en entrenamientos, al final te quedas a tirar, pero es que eso no tiene nada que ver con un penalti así, en lo que era una final»