No puedo comenzar esta sección sin felicitar y darle mi enhorabuena a la U.D. Almería y a todos sus aficionados y seguidores por haber conseguido la permanencia en la primera división del fútbol español.
Pero en el fútbol no hay que confundir victoria con éxito ni derrota con fracaso pues considero que lo correcto sería hablar de logros alcanzados, de aciertos, de reveses, de frustraciones o de alegrías y de tristezas y son los aficionados los que deben de juzgar siempre de forma objetiva la trayectoria de su equipo y según la percepción que cada cual tenga en la forma de actuar que hayan visto durante este curso desde la planificación a el progreso que se ha seguido y de las estrategias y las circunstancias que han influido hasta llegar al resultado final de la temporada.
Así esta temporada de la UD Almería puede considerarse como un éxito en su historia reciente al haber logrado la permanencia y me hace muy feliz el que lo haya conseguido y me congratulo de este logro.
Ahora bien es distinto si se analiza desde otro punto de vista y como ha sido la trayectoria a lo largo de la temporada y el sufrimiento hasta en el último partido con el Espanyol llegando a estar hasta en dos ocasiones en segunda a lo largo del partido. Así pues si comenzamos hablando de los fichajes y de la planificación de esta temporada entramos en una cuestión muy discutible a la hora de considerar si fueron las mejores opciones para comenzar una temporada recién ascendidos a primera división y si los refuerzos fueron los más adecuados.
En el caso de la trayectoria a lo largo de la temporada en el tema de haber conseguido muy pocos puntos en los partidos fuera de casa, de encadenar periodos de derrotas y de no tener apenas reacción de jugadores y del cuerpo técnico también nos hace pensar en esas situaciones donde posiblemente se deberían haber tomado alguna decisión más drástica por parte de la directiva del club, pues ha habido momentos a lo largo de la temporada que hemos estado en la cuerda floja, en el filo de la navaja, nos asomábamos al fondo del abismo y nos veíamos en segunda división, aunque afortunadamente a pesar de todos esos avatares nos hemos salvado y siendo esta la lectura más positiva que podemos hacer.
Los errores cometidos al comienzo de esta temporada que finaliza deben de servirles a los responsables del club para no volver a caer en ellos y también como una gran oportunidad para comenzar la nueva temporada con mejor preparación y sobre todo con una mejor planificación y unos fichajes más acordes con las necesidades reales del equipo y de la categoría en la que tienen que competir.
Pero como casi todo en esta vida y por supuesto también en el fútbol no todo sale como se planifica ni mucho menos y afortunadamente nunca conseguiremos explicarlo por completo, siendo precisamente esta incertidumbre donde radica la esencia del fútbol. La creatividad o genialidad de un jugador en un momento dado, un cambio de un jugador que resuelva un partido, una decisión arbitral injusta o un resultado de otro partido pueden ser decisivos y con consecuencias para un equipo al finalizar la temporada y en el fútbol como todos sabemos hay multitud de pequeñas cosas no habiendo una sola y exclusiva que sea más importante que las demás sino un cumulo de ellas y que diferencian el éxito del fracaso y por lo tanto puedo concluir diciendo que es solo cuestión de matices. Ah… y “Viva el Almería”.
