El jugador colombiano está convencido de que, pese a las bajas, sus compañeros acabarán sellando la permanencia en los dos partidos que restan.
Luis Suárez se ha convertido en el gran protagonista de la actualidad rojiblanca tras la acción que le costó la expulsión en Anoeta y, más que probablemente, le va a hacer despedirse de la presente temporada. El jugador colombiano, que estaba ofreciendo un buen rendimiento, más allá de que su cifra de cuatro goles no pasa de correcta, ha empañado esta buena trayectoria con una jugada que puede costarle muy cara al equipo.
El jugador, que golpeó el monitor del VAR y las paredes del túnel de vestuarios, mostró su arrepentimiento al final del partido, señalando que «primero pedir disculpas a mis compañeros y a la afición por mi partido. También perdón al árbitro y a todos los seguidores por mi actitud al salir del campo. Fue intencionado, obviamente, porque quiero pegarle a algo, pero no quería tirarlo al suelo. Sé que fue una entrada dura».
El colegiado, González Fuertes, que indignó a la expedición rojiblanca por considerar que tuvo un trato diferente hacia ambos equipos, no dudó en detallar en el acta todas estas acciones, por lo que la participación de Suárez esta temporada parece que ya se ha terminado y habrá que esperar a que se consiga el objetivo para saber si el colombiano sigue vistiendo de rojiblanco.
El futuro inmediato de Suárez se resolverá en los dos próximos partidos, ya que en caso de permanecer la UDA firmará un contrato de largo duración y si se produce el descenso volverá a Marsella, donde esta temporada comenzó bien, pero con el paso de las jornadas fue perdiendo protagonismo y teniendo problemas de adaptación.
