El equipo regresa de Anoeta con muchos problemas tras la expulsión de Luis Suárez que obliga a Rubi a buscar alternativas en la punta de ataque.
El Almería regresa este miércoles de San Sebastián, vía Vitoria, y la plantilla tendrá descanso para recuperar fuerzas después de haber jugado dos partidos en tres días y tener otra cita muy importante el domingo, en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, frente al Real Valladolid, un rival directo en la lucha por la permanencia, más si cabe tras su sorprendente victoria ante el FC Barcelona.
Los que tuvieron menos minutos y los que no actuaron ante la Real Sociedad, se ejercitaron tras el encuentro sobre la hierba del Reale Arena. Después del respiro de este miércoles el Almería tendrá tres sesiones de entrenamiento para preparar la confrontación ante los vallisoletanos que al ganar esta jornada al FC Barcelona se han puesto a tan sólo un punto de los rojiblancos. En cualquier caso el conjunto almeriense sigue dependiendo de sí mismo.
Para el partido contra el Real Valladolid Rubi pierde a un nuevo jugador de ataque, como es Luis Suárez, que fue expulsado en San Sebastián. Tampoco están disponibles los lesionados Leo Baptistao y El Bilal Touré. El club, de momento, no incluye a Kaiky ni a Chumi en este listado de posibles ausencias, aunque en ambos casos tampoco se puede garantizar su presencia en la convocatoria.
La situación del ataque es muy preocupante para una UD Almería que debe cubrir estas bajas y que tiene poco fondo de armario. Jugadores como Dyego Sousa o Ramazani parecen haber agotado el vaso de la paciencia por su nulo rendimiento y actitud, mientras que dar la oportunidad a Marciano puede parecer un salto grande en un encuentro con tanto en juego.