El técnico ensaya los remates antes de un encuentro en el que el orden táctico de Javier Aguirre hace presumir que no se contará con demasiadas ocasiones.
El Almería sigue con su preparación para el partido que el sábado, a las 18,30 horas, le enfrentará al RCD Mallorca en el Estadio de los Juegos Mediterráneos correspondiente a la trigésimo quinta jornada de la Liga Santander, un encuentro que puede suponer para los rojiblancos un paso casi decisivo en sus aspiraciones de permanencia. De ganar, se pondría con 39 puntos, a un paso del objetivo.
Aunque restan cuatro jornadas para el final, tres de ellas se disputarán en sólo nueve días, ya que el martes visita a la Real Sociedad y el domingo, 28 de mayo, recibirá al Real Valladolid en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. En función de los resultados que se den en esa semana tan intensa la salvación puede ser un hecho sin tener que esperar al último partido en el campo del Espanyol de Barcelona.
En cualquier caso el Almería está centrado de lleno en su inminente cita, la del Mallorca. Los rojiblancos entrenaron a puerta cerrada en el Estadio de los Juegos Mediterráneos donde repetirán este jueves y el viernes. Rubi ha trabajado aspectos tácticos, situaciones de partido teniendo en cuanta al rival y ha insistido en la definición de jugadas.
Llama la atención la recuperación de El Bilal Touré del que el club ha comunicado en repetidas ocasiones que no estará disponible el resto de temporada, aunque su mejoría es evidente y el jugador de Mali no solo hace ya trabajo de campo, lo hace con una intensidad importante e incluyendo ejercicios con balón, saltos o carreras que hacen presumir que se encuentra casi a punto.