El ex de la UDA llegará el sábado ya en propiedad del club balear que tendrá que afrontar el traspaso tras ejecutarse la cláusula obligatoria en caso de permanencia.
Morlanes es el primer fichaje para el curso 23-24 del próximo rival de la UD Almería. La permanencia matemática del Real Mallorca conllevará la activación de la cláusula de obligación de compra del centrocampista llegado en enero procedente del Villarreal. La entidad mallorquinista deberá afrontar un traspaso de cerca de 4 millones de euros para hacerse con los derechos del centrocampista aragonés que, tal y como avanzó MARCA, firmará un contrato por cinco temporadas.
El de Zaragoza dejará de pertenecer al Villarreal tras más de 10 años defiendo la elástica del conjunto submarino. Llegó a la Cerámica en 2012, y ahora, emprenderá una nueva aventura en el Mallorca con la ilusión de ser importante y terminar de explotar como futbolista. A sus 24 años, el aragonés deberá coger las riendas del centro del campo de los baleares una vez se ha confirmado la baja de Galarreta de cara a la próxima temporada al finalizar contrato y haber decidido marcharse al Athletic Club.
Morlanes llegó al Mallorca para sentirse importante pero no ha sido un camino fácil de manejar. Ha tenido que tener paciencia y demostrar su profesionalidad en un momento complicado sin minutos sobre el verde. Llegó para ayudar en la creación, ser ese pasador de corte más ofensivo que se precisaba, pero tuvo que comer banquillo hasta encontrar la oportunidad.
La visita al Valladolid un 9 de abril fue el punto de inflexión. Morlanes obtuvo el premio al trabajo en la sombra disfrutando de su primera titularidad. Fue en Pucela, ante los de Pezzolano… y aprovechándolo al máximo, con gol incluido. Desde entonces, no ha salido del once. Siete partidos de titular demostrando ser una pieza importante dentro del equipo de Aguirre. Con 533 minutos en Liga y un tanto en su casillero personal Morlanes se foguea en este tramo final de la temporada para ser un indiscutible en el curso 23-24.