VÍDEO BLOG #Minuto92: Las obras y la capacidad del estadio, por Víctor J. Hernández Bru.
La UD Almería va a hacer nuevas obras en el Estadio. Esto no es noticia; ya se sabía, aunque su CEO lo ha vuelto a anunciar por enésima vez. La pregunta es, ¿cuándo? Aunque también hay otras preguntas: por ejemplo, ¿cuándo? y, ¿con qué proyecto?
En su entrevista en La Voz y la Ser, el CEO El Assy no especifica exactamente cuándo serán las obras y tampoco por qué no se van a hacer este verano, tal y como él mismo se había comprometido. Mohamed tiene muy claro que no tiene que dar explicaciones a nadie y si un día se compromete a que haya obras este verano y finalmente no se hacen, él no tiene por qué explicarlo. Está por encima del bien y del mal.
No obstante, la primera fase de las obras ya está culminada y, lo que se ha hecho, se ha hecho bien. Ciertamente se ha hecho poco, pero ese poco ha quedado francamente bien. Sin embargo, parece evidente que el estadio necesita más, entre otras cosas porque ha soportado bastante mal el transcurso de los casi 20 años que tiene de antigüedad, que a mí particularmente me parece demasiado poco tiempo para tan deficiente conservación.
Además, el recinto urge una remodelación concreta, a propósito de la eliminación de la pista de atletismo que alguien con poco conocimiento de Almería o poco respeto por los almerienses, se empeño en que el Estadio tuviera. En aquellos días yo trabajaba en el Comité Organizador de Almería 2005 y era muy evidente que el estadio apenas daría uso a las pistas de atletismo, pero insisto, se empeñaron y desde entonces, tras un ínfimo uso, han servido fundamentalmente para estorbar.
Pero más allá de esa necesidad de la instalación, el proyecto que maneja el club, en palabras del propio director general, incluye una importante ampliación del aforo. Hay que recordar que el recinto nació con una capacidad de 15.000 espectadores, ampliable a 20.000. La llegada de las gradas supletorias aumentó esa capacidad, pero en la inmensa mayoría de las ocasiones ésta no ha sido aprovechada, dado el cierre de las medias lunas de los fondos.
Ahora El Assy habla de un estadio de 25.000 espectadores, que sinceramente a mí me parece absolutamente innecesario. Empiezo a ver claro que los dirigentes del club van a cometer el mismo error que suelen cometer quienes tienen poca experiencia en el deporte y se ponen a planificar instalaciones. Recuerdo que en la propia Almería se construyó un estadio para 15.000 espectadores y un palacio para 5.000. Ninguno de los dos se ha llenado prácticamente nunca y, al contrario, ese gigantismo de la capacidad ha sido un importante lastre para los equipos que han jugado allí, hasta el punto de que ya ningún club de alta categoría quiere hacer del palacio su recinto de partidos. Algo muy parecido a lo que ocurrió con el Estadio de Santo Domingo, en El Ejido, construido para 8.000 espectadores por el mero hecho de que un día, en una fase de ascenso a Segunda, se congregaron 7.500. Luego, tras inaugurarse, jamás se llenó y su exceso de localidades incluyó de manera decisiva en la marcha deportiva: no hay nada peor que un recinto en buena parte vacío.
De esto sabía mucho José Carlos Gaspar, director de Márketing de Unicaja Málaga, al que en un curso de entrenador nacional de baloncesto le escuché hablar de la ‘teoría del lleno llena’, que consiste en hacer recintos que provoquen que siempre haya gente que se quede fuera, lo cual aumenta la expectación y, por tanto, perpetúa los llenos.
Es evidente que, como siempre, El Assy hará lo que crea oportuno, a pesar de su poca experiencia y nulo conocimiento del fútbol profesional español. Yo no haría nunca, para Almería, un estadio con capacidad para más de 20.000 espectadores. Espero que esto tarde mucho tiempo en pasar, pero con un estadio de 25.000, si tenemos la desgracia de descender, las consecuencias pueden ser dramáticas.