VÍDEO BLOG #Minuto92: Rubi, el coloso que resiste en su puesto… sin que nadie sepa por qué, por Víctor J. Hernández Bru.
Pasan las jornadas y siguen cayendo entrenadores. Esta semana, Diego Martínez en el Español y Pacheta en el Valladolid, en una Primera División en la que son pocos los equipos de la mitad de tabla hacia abajo que no hayan movido su banquillo.
Entre esos pocos, está el de la UD Almería, que sigue confiando en Rubi sin que nadie sepa muy bien por qué. Y con esto no quiero decir que yo no esté de acuerdo con que el técnico siga al frente del plantel rojiblanco. Todo lo contrario: creo que, como mínimo lo justo sería que el catalán acabara la temporada, puesto que ha tenido que bregar con un equipo que es, a todas luces y en cuanto a potencial, de inferior categoría a aquella en la que milita.
Pero no deja de resultar curioso que un club que hasta hace no mucho tenía el gatillo tan flojo como para cargarse a técnicos que tenían a su equipo en zona de fase de ascenso a Primera División, ahora se convierta en el que más fiel se muestra a su técnico de todos los que están luchando por eludir el descenso a Segunda.
El Almería es un club raro, eso no lo puede negar nadie. Mientras un hombre ataviado con gorra de béisbol ante las cámaras de televisión en la previa de un partido oficial en representación de la entidad, dicho canal rotula su cargo como ‘asesor deportivo’, siendo el único club de la LFP en el que el portavoz ante quienes retransmiten los partidos es un asesor, en lugar de un director técnico, un secretario técnico o un director deportivo.
Un club en el que el técnico no tiene empacho en reconocer públicamente que se entera de los fichajes cuando ya se han producido, versión que ha corroborado una de las incorporaciones de este verano, el portero Pacheco, que salió del club después de que el CEO advirtiera ante la prensa que tenía un contrato largo que le permitiría recuperarse de sus muchas lesiones y que, según testimonio de éste, amenaza e insulta al representante de uno de sus jugadores más importantes.
Un club que veta a periodistas pero que deja pasar a su campo anexo a aficionados visitantes portando bengalas.
Un club, en definitiva, que no ha dejado de contactar con entrenadores para sustituir a Rubi, pero que sin que nadie sepa explicar por qué, no ha conseguido que ninguno acepte sus condiciones, lo cual constituye la única razón por la que el de Vilasar de Mar continúa al frente del plantel.
Y ojo que todavía podría darse la última y más esperpéntica carambola, la de que el propio Rubi salvara la categoría en unas circunstancias tan adversas como las que acabo de relatar. Entonces, la gran duda sería: ¿renovaría El Assy a Rubi en caso de que se consiguiera la permanencia? Tratándose de esta UDA, cualquier respuesta a tal cuestión es posible.