El guardameta extremeño rompe su silencio y deja claro que fue una apuesta de Joao Goncalves de la que Rubi solo tuvo conocimiento cuando ya se había comprometido.
Fernando Pacheco no ha tardado en ofrecer su versión sobre su agitada salida de la UDA. El guardameta extrameño ha aclarado que «cuando llego el primer día a Almería, el entrenador prácticamente me dice que se ha enterado hace unas horas de que llegaba. Ahí ya sabía que lo iba a tener complicado. Entiendo la situación y entiendo que Fernando empieza la Liga a muy buen nivel. Es un chico excelente y se lo ha ganado».
El encuentro ante el Villarreal fue clave porque «yo entendía que tenía que esperar mi momento. No puse ningún problema. Esperé mi momento, vi que podía haber llegado y no llegó y la conversación que yo consideraba que tenía que tener no se tuvo y cuando se tuvo ya era tarde».
No quiso echar mucha leña al fuego de su relación con Rubi y apuntó que «yo ya le comenté que respetaba su decisión, pero, cuando a mí me llaman para ficharme, la película es diferente a la que me encuentro cuando llego. Apareció la oportunidad del Espanyol y dije que teníamos que conseguirlo como fuese».
El ex del Alavés no tiene reparos en confesar que lo pasó mal en la recta final del mercado y es que «me considero bastante tranquilo, pero cuando el último día de mercado vi que se iba a las 23:00 pensé que me iba a dar algo, que el traspaso no iba a entrar a tiempo. Entró de milagro. Fue duro, pero al final sale bien y lo cuentas como una anécdota».