VÍDEO BLOG #Minuto92: Las redes de Ramazani, por Víctor J. Hernández Bru.
Ha anunciado Largie Ramazani que deja por ahora en suspenso sus redes sociales. Hace tiempo que estoy convencido de que las redes sociales son una de esas cosas que, con los cambios y la modernización de la vida, se han quedado ahí en tierra de nadie, sin la regulación pertinente y al pairo de una auto-regulación que está más orientada a la rentabilidad de los promotores que a la protección de los derechos y libertades establecidos en cada país.
En estas culturas modernas, como todo el que se cree que puede hacer lo que le dé la gana, quienes se dedican a insultar, a acusar sin pruebas o a tratar de dar lecciones sobre lo que no tienen ni la más repajolera idea, lo hacen amparándose en un tergiversado concepto de la libertad de expresión, que ni conocen, ni respetan ni saben interpretar.
Para los no iniciados, siempre ha solido funcionar la explicación de que la libertad es aquello que se puede practicar sin invadir la de los demás. Un breve paseo por las redes evidencia que los usuarios están lejos de practicar tal aserto. En las redes, todo el mundo cree tener derecho a juzgar, condenar, insultar, descalificar, mentir con soltura y dar lecciones de todo aquello que se ignora, incluso a los más expertos profesionales de la cosa, siempre amparándose en ese cachondeo de interpretación de la referida libertad expresiva.
Hace tiempo, le dije a un amigo en apuros que, para jugar fuerte en las redes, hay que estar anímicamente muy bien preparado, porque el desamparo que produce enfrentarte a hordas de ‘kaleborrokos’ digitales, muchas veces perfectamente organizados, puede terminar arruinándote la vida y la moral.
Si no se está, es mejor no entrar al trapo y pasar por las redes como muchos pasan por la vida, sin comprometerse en cada, nadando y guardando ordenadamente la ropa. Y si uno está ya pringado, o bien tomarlo con filosofía o bien hacer ese ‘mutis por el foro’ que ha practicado el delantero de la UD Almería, que no ha podido aguantar la presión.
Me parece correcta la decisión de Largie. Insisto en que un futbolista no tiene por qué estar preparado para afrontar el reto de ser vilipendiado colectivamente, de ser objeto de un linchamiento público y social. Ser un profesional en un ámbito tan público como el fútbol y exhibirse públicamente con valentía no es una labor fácil y Rama no lo ha soportado. Creo que en ese caso, la mejor decisión que podía tomar era la que ha adoptado.
Mientras tanto, nosotros, los demás, debemos seguir estudiando y trabajando en un modelo de relaciones en las redes que no proteja a los violentos, a los palurdos y a los ignorantes. En una sociedad en la que el conocimiento, el esfuerzo, el estudio y el rigor han perdido todo prestigio, no es fácil la labor de tratar de ponerlos en valor y a salvo de los desaforados ataques colectivos que hoy en día viven en general y en las redes sociales en particular.