El técnico rojiblanco se muestra serio pero optimista antes de un encuentro ante el Rayo que puede marcar su futuro inmediato en la entidad almeriense.
Rubi, entrenador de la UD Almería, ha comparecido en rueda de prensa para hablar del partido de este sábado (14 horas) frente al Rayo Vallecano, al que llegan los rojiblancos después de cuatro derrotas consecutivas. En cualquier caso el técnico es optimista por la actitud que está viendo en sus jugadores y en el trabajo que vienen realizando durante toda la semana.
El técnico tiene muy claro que “necesitamos funcionar como un grupo y recuperar la personalidad y la identidad”, aspectos en los que ha venido incidiendo en los entrenamientos. Además también apuntaba como clave “tener que llegar al descanso para recargar las pilas porque en estas cuatro jornadas que llevamos perdiendo siempre hemos comenzado bien los partidos y luego hemos flojeado para mejorar en los segundos tiempos”.
El Almería, según su entrenador, busca el equilibrio ante un rival “muy bien organizado tanto en defensa como en ataque. En el aspecto ofensivo va muy bien por fuera, y por dentro están destacando Trejo y Camello. Es un buen equipo que no va a venir a encerrarse”. Precisamente los rojiblancos intentarán aprovechar esta circunstancia y al mismo tiempo protegerse ante su adversario. De hecho así lo subrayaba Rubi quien no dudaba en decir que “si nosotros estamos bien podemos ganar”.
El técnico del conjunto almeriense recupera jugadores que le permitirán más alternativas porque hasta el momento “hemos dado la responsabilidad a jugadores para lo que todo esto es nuevo, y otros con bagaje que conocen muy bien la categoría no se han podido ver por unas circunstancias y otras”.
Para Rubi el partido “es muy importante” porque además de que todos los son “queremos ya revertir la situación y los futbolistas lo van a dar todo para lograrlo”… además de que “en el vestuario hay unión, muchas ganas y han venido trabajando duro para resarcirse”.
El entrenador del Almería, que en 600 partidos que lleva dirigidos desde Tercera a Primera División nunca había estado cuatro jornadas seguidas sin marcar, indicaba que “he pasado por situaciones similares y muchas de ellas han acabado luego muy bien”.
También tenía palabras para la afición a la que pide, puntualizando “si se puede”, que “se deje trabajar al equipo todo el partido y al final si las cosas no salen bien que se focalice el descontento en mí o en lo que consideren. Los jugadores tienen que notar que todos están empujando”, apostillaba.