VÍDEO BLOG #Minuto92: Y ahora, ¿qué fichamos?, por Víctor J. Hernández Bru.
Nos hemos pasado media liga manteniendo la clara idea de que, llegado el mercado de invierno, la UD Almería tenía una obligación clara: firmar a un central. Como suele ser habitual en el caso rojiblanco, acabamos de superar el primer tercio del plazo de fichajes sin que la UDA mueva pieza, pero esta vez con una novedad importante: el paso de los días ha hecho que la prioridad cambie de color de una manera semejante a como lo haría un camaleón ante la proximidad de un nuevo peligro.
Yo no sé si para el club sigue siendo prioritario fichar a un central, pero lo que está claro que es que ya no hay una unanimidad inquebrantable e inamovible. Se habla de David Timor como el futbolista que hoy por hoy estaría más cerca del plantel rojiblanco, jugador éste que puede actuar tanto en el centro de la zaga como en la parcela ancha del terreno de juego.
De lo que no se habla es de la posible llegada de un delantero centro, habida cuenta de los tres futbolistas que pueden actuar en esa demarcación con cierta naturalidad, más allá de apaños o arreglos de emergencia, están ahora mismo indispuestos para ser convocados por Rubi, unos por lesión y otro por obra y gracia del disparatado calendario futbolístico internacional.
No seré yo categórico a la hora de afirmar si hay que hacerse con los servicios de otro punta o no, entre otras cosas porque a estas alturas de la película, encontrar uno que ofrezca ciertas garantías y que pueda empezar a jugar desde hoy, dado que en poco tiempo la UDA irá recuperando a algunos de los que no tiene, no parece misión fácil.
Pero lo que sí tengo claro es que ese debate está sobre la mesa; y cuando digo sobre la mesa me refiero a alguna mesa de reuniones en el club almeriense.
Ah: y otra cosa: tengo que confesar que me haría ilusión que, al menos algún año, el Almería llegase al 1 de enero, fecha en la que se abre el mercado de fichajes de invierno, teniendo ya atada alguna incorporación, que de esta manera podría empezar a estar al menos disponible desde ya. Porque al final, lo más habitual es que, entre que llegan a final de enero, que no están del todo en forma, que luego les cuesta meterse en la dinámica, llegan los calores de agosto y no hemos conseguido rentabilizar casi ninguno de los fichajes de la época del frío.