VÍDEO BLOG #Minuto92: Turky tiene motivos para la ilusión, por Víctor J. Hernández Bru.
Después de dos proyectos errados y frustrados, después de haber visto desfilar a algún entrenador que más que eso parecía un carnaval, después de haber invertido un pastizal en un proyecto deportivo en el que ha recibido todo tipo de zancadillas y de haber desembarcado en la liga de un país presuntamente ‘top’ en lo futbolístico y ver cómo los dirigentes del fútbol profesional de ese país lo han tratado como a un presunto delincuente, Turky Al Sheikh empieza a tener motivos para sonreír.
Ni conozco a Turky ni tengo ni idea de cómo funciona su cabeza. De él dicen que vive a otro nivel, en un mundo en el que el dinero no es un problema y en el que sus preocupaciones son otras muy diferentes, pero ya he dicho varias veces que, desde que se dedicó a donar dinero a Almería en plena pandemia para ayudar a gentes que ni conoce ni le pillan lejos, a mí me tiene ganado para siempre. Y me importa poco si aquello fue algo de corazón un postureo; lo importante es que fue útil.
En todo caso, Turky ha vuelto a asomarse a las redes sociales, ese entorno en el que se mueve como pez en el agua, para mostrar su felicidad por el triunfo de la UDA en Girona y el liderato del cuadro rojiblanco. Y como me tiene ganado, me alegra que sea feliz y lo manifieste.
Porque el ministro ha tenido una paciencia de Santo Job con todo: con la burocracia española, con jugadores y técnicos que han dado mucho menos de lo que han recibido, con un país poco operativo en muchas cosas y con una Liga de Fútbol Profesional que le ha dado motivos más que sobrados para que la hubiera mandado a coger chumbos, en Almería o en Arabia.
Ignoro también si Turky tendrá la paciencia suficiente para acabar lo que ha empezado, para conquistar los objetivos que se ha propuesto, que van desde el ascenso a Primera a la consolidación de la UDA como un club top, incluso con aspiraciones europeas, pero lo que sí sé es que el presidente del club ha dado ya suficiente como para, al menos, merecer esa felicidad.
Seguramente será porque lo tiene todo, pero parece claro que Turky es generoso a la hora de dar, pero que se conforma con bastante poco a la hora de recibir. Su equipo es líder y, por fin, después de dos años en los que se ha empezado a especular con que esto no funcionaría nunca, yo el primero, ahora empieza a tener la sensación de que la cosa va por buen camino.
Si se llega al final del mismo, yo me alegraré, obviamente como almeriense, pero también lo haré por lo que ello supondrá para uno de los tipos que más generosos se ha mostrado con esta tierra en mucho tiempo.