VÍDEO BLOG #Minuto92: Tercer borrón y cuenta nueva, por Víctor J. Hernández Bru.
Hay mucho que hablar. Hay que analizar el play off ante el Girona, de la actuación de Rubi y de su nula autocrítica, de la planificación de la temporada, de los gruesos errores como el de dejar a la organización sin su líder en tramo largo y crucial de la temporada y hacer perder el respeto de la plantilla en el anterior entrenador; de lo que ha pasado desde que se marchó José Gomes y de esa ‘ley del silencio’ absurda impuesta ‘a’ o ‘por’ los jugadores, no lo sé, justo desde el momento en que comenzaron los problemas.
Pero hoy quiero hablar de la plantilla; y, como advertencia previa, diré que la máxima responsabilidad de lo que voy a exponer no es de los propios jugadores y sí de quienes ha configurado una plantilla profesional con ellos. Generalizar es feo y, al mismo tiempo, injusto; y al mismo tiempo estoy convencido de que en el actual plantel del Almería hay sensacionales profesionales, pero la impresión general es que faltan futbolistas responsables y conocedores del oficio; se trata de un equipo muy joven y con demasiadas dosis de divismo y egoísmo, en un porcentaje mucho más allá de lo aconsejable.
No es la primera vez que lo digo: la plantilla está mal hecha, con poco trabajo, con poco conocimiento de las personas que había detrás de los profesionales y con poca información acerca de cómo habían sido las vidas de algunos de los jugadores antes de llegar a la UDA. Y ése es un trabajo crucial que siempre hay que hacer: en mi vida profesional he conocido muchos, muchísimos ejemplos de plantillas llamadas al éxito por el nombre de sus jugadores, que se han quedado por el camino por no conocer a las personas que había detrás; y equipos muy humildes cosechando grandes éxitos a partir de la confección de una auténtica familia. Me temo que, hasta ahora, esa lección no se ha aplicado en el Almería; y espero que a la tercera vaya la vencida.
Pero vayamos al grano. Ayer, tras el partido, los ‘profes’ presentes hicieron sus quinielas. Alguno empezó hablando de quedarse con unos quince jugadores de los de este año, por aquello de no volver a plantear una revolución en la plantilla por tercera temporada consecutiva. Sin embargo, a la hora de materializar sus quinielas, de concretar nombres, la mayoría se movió entre seis y ocho y alguno quiso apurar hasta los once, forzando situaciones que luego no pudieron explicar con convicción, como por ejemplo, el mantener a Lazo en la plantilla, un futbolista que en dos años no ha dado absolutamente ninguna razón para seguir confiando en él.
Pero sin centrar el tiro de las responsabilidades en ninguno concreto, yo tengo claro que el vestuario de este año está inservible, que no es recuperable, que hay demasiadas cuentas pendientes y demasiados jugadores que no pueden llegar a formar un equipo con sus actuales compañeros, como para no acometer esa tercera revolución consecutiva, aún sabiendo que es un disparate cambiar todo el equipo cada verano.
Mi opinión es que la UDA debe dinamitar ese vestuario podrido y sí, hacer un equipo nuevo, salvando muy escasos retales de lo que se ha visto este año. Si los 28 jugadores adscritos al primer equipo estuvieran en un casting externo, junto a los del resto del mercado, yo únicamente escogería para el nuevo proyecto al portero Fernando; a los defensores Akieme y Peybernes (en principio como cuarto central); a dos mediocentros a escoger entre Robertone, Morlanes y De la Hoz; y a los delanteros Ramazani y Juan Villar.
Tengo serias dudas de que ninguno de ellos, salvo Fernando, pudiera ser titular en el próximo proyecto, pero no me importaría que estuvieran en mi plantilla, porque creo que son futbolistas que suman. En todo caso, estoy hablando de siete jugadores. Y tú, ¿tú cómo lo enfocarías?
