VÍDEO BLOG #Minuto92: El fútbol debe reaccionar ante un ministro ignorante y desganado, por Víctor J. Hernández Bru.
No va a ser ni la primera ni la última vez que los políticos no están a la altura de las circunstancias, aunque en el actual Gobierno de España, la cosa llueve ya tan sobre mojado que se podría hablar de un pantano.
Pero el caso es que la inconmensurable metedura de pata del ministro de Cultura y Deporte, el desconocido, inédito y relajadísimo José Manuel Rodríguez Uribe, autorizando que haya público en competiciones profesionales de fútbol y baloncesto en las últimas jornadas pero sólo en unas comunidades autónomas y no en otras, adulterando claramente la competición y arremetiendo de manera inmisericorde contra el principal principio del deporte que es la ecuanimidad e igualdad de los contrincantes ante la norma, ha sido la gota que ha colmado el vaso.
A pesar de que uno lleva estudiando décadas las cagadas sobresalientes de nuestros políticos y de que este gobierno ha batido todos los récords, pretender que el final de Liga se dispute con unos equipos pudiendo contar con público en sus gradas, además sólo público local, y otros no denota sin ningún género de dudas que no sólo el cabeza visible del deporte el gobierno de este país, sino también todo su equipo, son perfectos desconocedores de lo que supone el deporte. O dicho de otra manera, que cualquiera de nuestros hijos, menores de edad, podrían ocupar el cargo con bastante más preparación y lógica deportiva que este sujeto.
Pero el día del ministro era ayer. Hoy es el día de hablar sobre lo que van a hacer el fútbol y el baloncesto españoles ante esta declaración de guerra a la limpieza de la competición. Ayer ya se quejaron la Liga y la Federación, pero no es suficiente. Si estuviéramos viviendo en un país con un mínimo de amor propio, hoy todo el deporte en pleno estaría pidiendo la dimisión irrevocable de quien no sólo ha demostrado una ignorancia sublime e insuperable de la tarea que le han encomendado, sino también una falta de interés que le incapacita no ya para este cargo, sino en general para la representación de los ciudadanos en cualquier otra instancia.