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Entrega, energía, entusiasmo… adjetivos todos necesarios para formar un buen plantel y alcanzar los objetivos propuestos. Tengo la certeza de que los profesionales que conforman la plantilla de la UDA ponen en liza todas estas cuestiones tanto en los entrenos como en los días de partido. Cuesta mucho llegar a ser jugador de fútbol profesional, muchos entrenos, demasiadas vivencias perdidas por alcanzar un sueño, demasiados amigos/as en el camino a los que no les puedes seguir el ritmo de sus vidas ya sea por estudios, trabajo u ocio. Por ello, el/la jugador/a de fútbol profesional valora todo lo que ha conseguido porque ha sido a base de esfuerzo, esfuerzo y esfuerzo.

Puntuación; 10. No voy a dudar de la entrega de cada uno de los jugadores de la plantilla de la UDA.

Quality (calidad). Pero llegar a ser profesional de un deporte no es solo esfuerzo, sacrificio y entrega, se necesita calidad, se necesita destacar, ser el mejor en algo específico. El deporte colectivo exige anteponer los objetivos colectivos a los individuales y la suma de esos objetivos pueden dar como resultado la victoria (no siempre ocurre pero la mayoría de las ocasiones suele ser así). El lateral izquierdo tiene unas funciones que deben favorecer al centrocampista y al delantero que finalmente remata la tarea con el gol. Marcar un gol en un equipo de fútbol es la culminación de muchas pequeñas tareas sumadas de todos los integrantes del grupo. Por eso es necesario esfuerzo y calidad para conseguir doblegar al rival.

Puntuación; 8. Probablemente es una de las plantillas de segunda división con más calidad individual.

Unión. Forma parte del nombre del equipo. El compromiso, la unificación de criterios, compartir el mismo esfuerzo, el mismo camino, dar el 120% para que otro/a compañero/a marque el gol o de el pase final antes del mismo. El grupo necesita un objetivo claro, un sitio al que llegar, un destino de éxito compartido por todos/as para que, cuando vengan mal dadas, acordarse de ese objetivo y doblegar ese esfuerzo. Se necesita un vestuario “a una” donde todo el mundo tenga claro lo que tiene y lo que debe aportar.

Puntuación; 7. Claramente un área de mejora. Aun queda mucho para alcanzar una excelencia necesaria para conseguir objetivos mayores.

Inteligencia. Otro eslabón clave para alcanzar los éxitos propuestos. No sólo vale con esfuerzo e ilusión hay que saber entender el plan, comprender las dificultades que el rival plantea, analizarlas y utilizar las tácticas más adecuadas para superarle en tiempo y forma, es decir, cómo y cuándo hacer tal movimiento o tal otro que genere una superioridad que pueda generar una ocasión de materializar el gol. Conocer distintas estrategias, analizar la situación y aplicar un plan u otro es signo de inteligencia individual y colectiva.

Puntuación; 7. Otras de las áreas de mejora. Al equipo le cuesta encontrar respuestas si el plan A no funciona.

Personalidad. Cuando compartimos un mismo objetivo, cuando ponemos todos nuestros recursos al servicio del colectivo, se genera un “clima” una forma de funcionar “propia”, se genera un estilo particular de esos miembros del equipo. Es lo que nos distingue frente a otros colectivos, es lo que utilizamos cuando nos desviamos del objetivo, es la suma de las aportaciones de todos. Se genera una “marca” reconocida por los miembros del equipo y que nos hace distinguirnos de los demás conjuntos.

Puntuación; 7. Un área clave para la mejora de resultados. Aún la UDA no ha conseguido definir su “estilo”, definirse frentes a otros equipos.

Orden. Para la consecución de objetivos se necesita un orden, unas reglas, dentro y fuera del campo. No hablo de las reglas del juego, hablo de la disciplina como grupo. De comportamientos permitidos y de comportamientos no permitidos, aprobados y gestionados por el propio grupo. Las reglas claras, así no hay lugar a malos entendidos. La autogestión de los profesionales, el colectivo por encima de las batallas individuales.

Puntuación; 6,5. He comprobado (sin estar cerca del equipo y solo por comportamientos dentro y fuera de la cancha) que esto aún está muy lejos de producirse. No hay un liderazgo claro y si muchas divergencias dentro del colectivo de lo que es correcto y de lo que no. ¿Han observado las reacciones de los jugadores cuando son cambiados por el entrenador?

¿Qué nota le podríais vosotr@s a cada apartado?

Espero vuestros comentarios.

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