Las pruebas realizadas en los últimos días confirman que un segundo futbolista lorquino jugó la final estando ya contagiado de Covid-19
El partido por el ascenso a la Segunda División B entre el CF Lorca Deportiva y el Club Atlético Pulpileño trae mucha cola y la que podrá traer más, dado que a la noticia de que la entidad lorquina no comunicó el positivo en Covid-19 del entrenador de porteros, ocultando que este estuvo esa semana de la final pasando la cuarentena en casa, sin acudir lógicamente a los entrenamientos ni a la competición.
Pese a ello, los días anteriores sí que tuvo contacto con el resto del plantel blanquiazul y, de hecho, algunos futbolistas presentaron síntomas compatibles con la enfermedad, llegando a disputar uno de ellos el encuentro frente al combinado almeriense, empatando 1-1, resultado que permite subir a los de Lorca a la categoría de bronce, pero el giro de los acontecimientos deja todo en el aire.
Porque tras conocerse la situación, las autoridades sanitarias de la Región de Murcia han tomado cartas en el asunto y el pasado miércoles se realizaron pruebas a casi todos los componentes de una y otra plantilla, pues algunos ya se hallan en otras zonas del país, confirmándose que dos de los jugadores también están infectados, habiendo actuado contra el cuadro de Pulpí el sábado 25 de julio.
Así, ambos conjuntos deben permanecen en cuarentena, volviendo a pasar por pruebas para detectar posibles casos positivos o confirmar los negativos que, en su inmensa mayoría, reflejaron los datos obtenidos la semana anterior. Hay que recordar que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) comunicó que no se le informó del primer positivo previamente a la disputa de la final, abriendo un expediente disciplinario informativo al club murciano.
