Luis Rubiales, presidente de la RFEF, se reunió el pasado jueves con los dirigentes de los equipos de Segunda División B y Tercera para comentarles su plan sobre la reestructuración de ambas categorías. La idea es dividir los actuales grupos en dos por proximidad geográfica para así reducir la competición a ocho meses. Por el momento, esto solo se trata de una iniciativa del ente federativo y se deberá aprobar en una futura Asamblea.
La única certeza a día de hoy en Segunda División B es que se compondrá por un total de cien equipos. Rubiales reveló a los dirigentes que la opción que están madurando es que esta categoría se divida en diez subgrupos de diez conjuntos cada uno, reunidos según su ubicación para reducir costes en desplazamientos.
La competición liguera sería a ida y vuelta con un total de 18 encuentros, daría comienzo a mediados de octubre y finalizaría a finales de marzo, aproximadamente. La Tercera División funcionaría de manera muy similar. Cada grupo se fraccionaría en dos de once equipos cada uno y los periodos serían parecidos, con un total de 20 partidos a disputar en esta primera fase.
Ya en abril daría comienzo una segunda fase de la competición que duraría hasta mayo. En la actual categoría de bronce, los cinco primeros de cada subgrupo (un total de 50 equipos), se medirían a los cinco mejores de otro teniendo en cuenta la proximidad geográfica para determinar los ascensos a Segunda División –cuatro en total– y a la nueva Segunda Pro –indefinido- . Lo mismo pasaría con los cinco peores de cada subgrupo, en vistas a decidir los descensos a Tercera División.
En esta segunda fase se arrastrarían los resultados de la primera ronda. Es decir, con la puntuación de la primera fase, todas las escuadras jugarían otros diez partidos contra cinco conjuntos de otro subgrupo diferente. Queda por decidir cuál será el criterio concreto para decidir los ascensos a Segunda, a Segunda B Pro y los descensos a Tercera.
En Tercera División también se arrastrarían los resultados de la primera fase de cara a la segunda. En este caso, se enfrentarían entre los seis mejores de cada subgrupo para ascender a Segunda División B. Los equipos que concluyesen líderes de esta segunda fase ascenderían directamente a la categoría de bronce. Quedaría por ver cómo se deciden el resto de plazas para promocionar a Segunda B y el modo en el que se deciden los descensos desde Tercera.
