La lucha por acoger la fase final de la Liga ACB sigue más viva que nunca. Las diez candidatas ya conocen el sistema elegido por la Asociación de Clubes Baloncesto para seleccionar la sede y que pasará primero por una criba de esas candidaturas y después por la apertura de una puja. En este sentido, Tenerife casi se ha autodescartado, ya que no contempla el pago del canon y sólo contempla esta opción de ser gratuita.
Mientras Almería sigue dando solidez a su candidatura, otras como Menorca también se ven con opciones de ser elegida. Miki Ortíz, director deportivo del Hestia Menorca, entidad que presentó la candidatura, destacó que la isla menorquina «reúne todos los requisitos» y que es “el sueño de toda una isla”. Ortiz apuntó que “tenemos un aeropuerto que dispone de los controles sanitarios más precisos, una baja incidencia de la pandemia, instalaciones deportivas adecuadas como el Pabellón de Bintaufa y una infraestructura hotelera con experiencia en recibir a equipos de la ACB de los años del Menorca Bàsquet”.
También son optimistas en Andorra. El director deportivo del club andorrano y ex jugador, Franki Solana, indicó que «la afición andorrana tiene ganas de baloncesto. El deporte provoca sentimiento y nuestra afición, desde que dijimos que seríamos una precandidatura a esta fase final en caso de jugarse de la Liga ACB, le hizo feliz esta idea. Eso hace que la gente vea más cerca el retorno a la normalidad y, además, tener esta posibilidad de tener a los doce mejores equipos de la ACB hasta el momento en su país”. Una de las principales trabas para la candidatura andorrana, como ocurre con Gran Canaria, Madrid, Valencia, Zaragoza o Barcelona es el hecho de que algunos equipos prefieren una sede neutral y no partir con ninguna desventaja, pese a que los encuentros serán a puerta cerrada.
