Quique González se convertirá sin duda en uno de los protagonistas del partido que mañana sábado enfrentará a su anterior y a su actual equipo, el Almería y el Osasuna, volviendo al Estadio de los Juegos Mediterráneos, un campo en el que «tengo recuerdos más bonitos que amargos. En años anteriores tuve la oportunidad de disfrutar, marcando muchos goles que ayudaron para la salvación. Va a ser una sensación muy bonita, vestir otra camiseta y pisar ese césped donde he sido tan feliz , donde he disfrutado tanto y donde he marcado tantos goles». No obstante, el delantero tiene claro que no será impedimento para intentar llevarse los tres puntos al casillero pamplonés, pues «voy a competir al máximo. Ahora defiendo la camiseta de Osasuna y saldré lo mejor que sé».
El pucelano vuelve a una entidad rojiblanca en la que «trabajé día tras día para intentar hacerlo lo mejor posible, para sacar mi mejor fútbol e intentar meter el máximo numero de goles posibles para el beneficio del equipo». 16 dianas en concreto la anterior temporada que, sin embargo, sirvieron para luchar por la permanencia y no por cotas más altas, algo que Quique lamenta ya que «el único ‘pero’ que puedo decir es que me hubiese gustado ascender a Primera División con el Almería», aunque reconoció que «a nivel colectivo es verdad que no fueron dos años buenos, fueron duros».
Todo hace apuntar que la afición almeriense brindará un caluroso reencuentro al goleador, algo de lo que se muestra satisfecho pues recuerda a «toda la gente que se acercaba al Mediterráneo, a los que miraban los partidos por la tele, a toda la afición del Almería, porque conmigo se han portado muy bien. Cuando firmé mi misión era triunfar allí y estuve muy a gusto. Es mi casa y estoy encantado de volver, todo lo que tengo son palabras de agradecimiento».