Tengo que reconocer que la paciencia es la virtud humana que más me seduce, quizás por lo que la echo en falta. La capacidad de esperar el momento justo de las cosas me parece uno de los más preclaros signos de inteligencia que puede detectarse en el ser humano.
La paciencia no es, por tanto, mi mejor virtud, si es que con alguna me ha dotado la sabia naturaleza; como tampoco lo es de Alfonso García, al menos en materia de entrenadores. La larga lista de los que se han ido sucediendo en el cargo convierten al presidente rojiblanco en uno de los más rápidos a este lado del Misisipi.
Tampoco podemos decir que haya tenido mucha paciencia esta temporada con los técnicos. El Almería es el equipo de Liga de Fútbol Profesional que más técnicos ha tenido en la presente campaña: cuatro.
Sin embargo, sí creo que tanto él como la afición han tenido fe y paciencia con Gorosito. Es verdad que, con lo que había sucedido antes, con poco el argentino se ha podido meter a la gente en el bolsillo y también es cierto que con él han llegado los mejores resultados del año, o al menos los menos malos.
Pero también es cierto que ha habido un momento, tras las ilusiones iniciales, en el que el equipo parecía haberse estancado sin haber llegado a la orilla, sin haber sido capaz de salir del descenso.
Quizás nos conformamos con poco en esto de la paciencia; acaso el destacar que Alfonso no se haya calzado al cuarto entrenador de la campaña sea muy poco pedir, pero la realidad es que el haberse estado quieto en el momento en el que la UDA parecía condenada a Segunda B no es mala cosa y también hay que decirlo,
Con la trayectoria del presidente, tampoco espero yo mucho en cuanto al futuro. Gorosito será el entrenador del Almería hasta que pierda cuatro partidos seguidos o, lo que es peor, hasta que le diga que no al presidente en alguno de sus rocambolescos fichajes o pida más de lo que el presi considere justo por sus servicios y la situación no sea tan agónica como cuando lo fichó.
Pero de momento, Gorosito es el entrenador que ha conducido al Almería fuera de la zona de descenso. Y eso, si nuestro afán es el de ser justos, es un mérito del propio entrenador y también del presidente. Las cosas como son.
