Llevo días, semanas, acordándome de la frase de Gorosito en una de sus primeras ruedas de prensa en Almería, quizás la primera. Dijo el técnico que su equipo iba a ser “Fatau y diez más”. Días antes, se había filtrado desde el club la noticia de que el argentino había pedido a Alfonso García que no moviese ficha en cuanto al mercado de invierno hasta que él no llegara; que no le diese boleto a ningún futbolista sin su supervisión.
Aceptó Alfonso la petición y el resultado es que Fatau, futbolista que estaba prácticamente desahuciado en Almería, tras su pésima relación con Joan Carrillo, se reintegró en el grupo. Volvió Fatau a jugar, a eso que los profesionales dicen “sentirse futbolista” y además a hacerlo bien; como lo había hecho a comienzos de la temporada.
Sin embargo, pasado el tiempo y sin que sepamos por qué, el equipo dejó de ser “Fatau y diez más”. De hecho, Fatau desapareció de las alineaciones para no volver; algo muy parecido a lo que le había sucedido antes con Carrillo.
El por qué ni nos lo han explicado ni nos lo van a explicar. El Almería es un club hermético, ya lo sabemos; y seguramente, además, no sea el momento de explicar este tipo de cosas.
Desapareció de las alineaciones a pesar de la apuesta del técnico por el doble pivote defensivo. Lolo Reyes y José Ángel Jurado le han ganado abrumadoramente la batalla y, ahora que el primero de ellos no está disponible por sanción, tampoco va a jugar Fatau.
Puedo equivocarme en la previsión, pero estoy convencido de que será Fran Vélez quien supla al chileno. Si esto es así, el descarte de Fatau ya no será cuestión de que hay otro futbolista que está mejor, sino simplemente, que el africano ya no cuenta para Gorosito.
Y os hago otro pronóstico: cuando haya acabado la temporada nos vamos a enterar de qué es lo que ha pasado con él. Ya se encargará alguien de filtrarlo.
