Se acabó la jornada en la Liga BBVA y ya sólo quedan tres. Está la liga bonita… para quienes les guste el riesgo; está vistosa, para quienes disfruten del peligro; está trepidante, para aquellos que sean felices con un buen chute de adrenalina.
A falta de nueve puntos por disputarse, prácticamente nadie tiene nada seguro en esta liga; casi todos miran a algún objetivo, aunque sea muy de reojo. El del Almería está muy claro, aunque es absolutamente incierto qué es lo que hay que hacer para alcanzarlo.
Está claro que 29 puntos son muy pocos. El Almería ya sabe, a estas alturas, que su tope de puntos son 38, aunque esta cifra es más una quimera que una posibilidad. Es más, los que son más del vaso no ya medio lleno, sino completamente seco, andan pensando desde anoche que no terminan de ver contra cuál de los tres rivales que restan, Málaga, Sevilla y Valencia, va a sumar algo el equipo de Sergi Barjuán.
Acaso a estas alturas, el partido más sencillo que tenga el equipo rojiblanco sea el día 20 de mayo frente al TAS. Hay quien dice que, ese día, si el Almería está ya descendido, verá cómo le quitan además tres puntos.
El caso es que con ellos, el equipo sumaría ahora mismo 32 y estaría fuera de la zona de descenso. Llevamos meses diciéndolo, pensándolo, maliciándolo… al final parece que los dichosos tres puntos van a ser claves para la permanencia en Primera División. Más que imaginarlo, con el corazón en un puño, empezamos a esperárnoslo. Cuidado porque esta liga puede terminar siendo larga; muy, muy larga.